El jugo es rico en azúcares y nutrientes, lo que lo convierte en un blanco fácil para la formación de moho y bacterias. Una vez que el jugo se sella en una botella, cualquier exposición al aire, polvo y bacterias puede provocar su deterioro. La barrera de contaminación actúa como una protección física contra estas amenazas. Si alguien dejara una botella sin sellar, el polvo o el aire podrían contener organismos que causan deterioro, y el líquido sería peligroso para el consumo. Esto es especialmente importante para los jugos no pasteurizados o prensados en frío, ya que dependen en gran medida de sellos intactos para mantener seguros los niveles de microorganismos.

La frescura influye mucho en la elección del consumidor cuando se trata de jugos. La oxidación ocurre cuando el jugo está expuesto al aire. Esto descompone los nutrientes del jugo, como la vitamina C, y reduce su valor nutricional. También cambia el color y el sabor del jugo. Por ejemplo, el jugo de manzana puede ponerse marrón, y los jugos cítricos pueden volverse amargos. Cerrar adecuadamente los recipientes impide la entrada de aire y ralentiza considerablemente la oxidación. Esto permite que los jugos mantengan mejor su color brillante, sabor fresco y valor nutricional durante una vida útil más prolongada, asegurando que los consumidores obtengan el mejor valor cada vez que abren el recipiente.
Los jugos envasados pueden tener problemas de fugas si los recipientes no están sellados lo suficientemente bien. El jugo puede filtrarse durante el almacenamiento y el transporte, especialmente si los envases sellados son agitados, inclinados o apilados. Cuando las botellas de jugo no están bien selladas, se producen fugas que pueden afectar a las cajas de embalaje dañadas, otros productos del envío y las áreas de almacenamiento con el jugo derramado. Las fugas también generan desperdicio: los consumidores podrían recibir botellas con menos jugo del que pidieron, lo que perjudica su confianza en la marca. Para los minoristas, el jugo derramado puede manchar los estantes y requerir trabajo adicional de limpieza. Estos costos operativos son innecesarios y pueden evitarse mediante el uso de envases con mejor sellado antifugas. Un sellado adecuado puede eliminar estos problemas y mantener el jugo seguro dentro de los recipientes hasta que esté listo para su envío.
Tanto los fabricantes como los minoristas necesitan saber cuánto tiempo un producto permanece vendible y consumible. Como se ha indicado, un sellado adecuado evita la alteración y la contaminación del zumo. Además, algunos zumos se llenan y sellan en un entorno protegido, lo que se conoce como envasado en atmósfera modificada. Durante el proceso de MAP, el aire dentro de la botella se reemplaza por gases inertes que ralentizan la alteración, como el nitrógeno. Las técnicas especiales de sellado garantizan que la botella mantenga la atmósfera protegida, preservando así el zumo. Sin un sellado especial, los gases inertes escaparían de la botella y el aire volvería a entrar, reduciendo considerablemente la vida útil del zumo. Cuando los productos se estropean, se pierden oportunidades de venta para los minoristas y se generan pérdidas para los fabricantes. Por eso la gestión de la vida útil en la producción de zumo es tan importante.
Todos los países y regiones donde se produce jugo tienen regulaciones destinadas a proteger al público en lo que respecta a alimentos y bebidas, incluido el jugo. Una de estas regulaciones establece que los productos de jugo deben envasarse de manera que el empaque esté completamente sellado y proteja el contenido del exterior. Legalmente, se requiere el uso de empaques sellados. Cuando no se cumplen las regulaciones, pueden surgir multas, sanciones a licencias e incluso demandas judiciales. Las sanciones a licencias y las demandas representan un gran impacto, ya que generan una crisis de relaciones públicas y lleva mucho tiempo recuperar la confianza tras un retiro de producto. Después de un retiro de producto, el empaque sellado tiene la finalidad de proteger tanto el contenido como a los fabricantes frente a las implicaciones legales de un producto inseguro. El sellado adecuado demuestra el compromiso de los fabricantes con la seguridad del producto como un servicio a los clientes.